El concepto de seguridad evoluciona al ritmo de los cambios que suceden en las propias soluciones informáticas. Las soluciones en la nube, además de ofrecer una gran variedad de servicios (almacenamiento, backup, aplicaciones de oficina, alojamiento web, gestión de actividad financiera, de contactos, TPV…), aportan mejoras en la seguridad respecto a las opciones tradicionales de almacenamiento en las propias empresas, aunque esto no significa que estén exentas de riesgo. Con el uso de soluciones de cloud computing, la seguridad del sistema depende, en gran medida, de los proveedores de estos servicios en la nube. Para explicar mejor estos aspectos, comenzaremos definiendo los distintos agentes que participan en estos modelos de cloud computing. Proveedor de servicios en la nube: es la empresa que dispone de la infraestructura informática necesaria para hospedar los programas siguiendo el modelo de cloud computing. Cliente: es aquel que contrata los servicios en la nube (personas, organizaciones o empresa) para beneficiarse de las prestaciones por las que paga. Usuario: es la persona o el grupo de personas que utiliza las prestaciones de las soluciones. No tienen porqué ser necesariamente el cliente. Por ejemplo, dentro de una empresa, los usuarios finales son aquellos que utilizan las soluciones, sin haber pagado individualmente por ellas, sino haciendo uso como empleados de esa organización. Los mecanismos de seguridad dependen del trabajo colaborativo entre los proveedores de servicios y los clientes. La responsabilidad recae en ambas partes y se recomienda trabajar conjuntamente para estar protegidos frente a posibles amenazas. ¿Qué medidas de seguridad deben seguir los proveedores de soluciones cloud? La principal tarea de los proveedores de servicios en la nube se centra en impedir que las personas no autorizadas puedan tener acceso a los datos. Es muy importante mantener actualizadas las últimas versiones del software para hacer frente […]